Review of Sweet Country (2018) by Lajaleaa — 22 May 2019

"Cheeky white fellow.".

( 77/100 ) . Warwick Thornton, de Australia, presentó su tercer film en la Biennale y en el TIFF 2017 en donde recibió la bendición de la critica profesional. Sweet Country es una aventura dolorosa cuyo paisaje"Cheeky white fellow.".

( 77/100 ).

Warwick Thornton, de Australia, presentó su tercer film en la Biennale y en el TIFF 2017 en donde recibió la bendición de la critica profesional.

Sweet Country es una aventura dolorosa cuyo paisaje demuestra la talentosa #fotografía de Thornton que retrata no solo la belleza y la quietud de un lugar salvaje, si no también, la ausencia de humanidad gracias a la falta de justicia y, aún así, su sensibilidad. I don't want to discredit the movie, which is beautiful, but it doesn't controls well the quantity of tension that it want.

Sam Kelly y su familia son abusados por los ciudadanos de un condado muy retirado en los años 20 de Australia y los actos ebrios de uno de ellos provoca que Sam sea culpado de asesinato. Esto provocará que la familia se vea perseguida y juzgada bajo términos nada imparciales.

Mientras la historia defiende la justicia que Sam busca al huir del juicio, también tiene el ingenio de juzgar a la justicia misma. El elenco hace un trabajo justo para representar sus papeles y logra generar la tensión que busca la historia, pero, sin querer desacreditar a la película, pues es hermosa, esta no mide bien la cantidad de tensión que quiere y, como tampoco busca complacer al público, usa el silencio como voz principal para expresar un discurso de agonía, opresión, trauma, ignorancia y angustia. Por lo tanto los personajes ahogan el razonamiento con decisiones impulsivas cuyas consecuencias se basan en el estatus social de la época.

Sweet Country es una historia que hace justicia a ese mismo valor. Crea una pesada tensión por su valor enorme que hará al público crítico feliz de su misma completud y al público en general cargar con una culpa que preferirán ignorar.

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Warwick Thorton, from Australia, presented his third film in the 2017 Biennale and TIFF, where received the blessing from the professional critique.

Sweet Country is a painful adventure which landscape shows the talented photography of Thorton that shows not just the beauty and the quietness of a salvage place, but also, the absence of humanity thanks to the lack of justice and yet, how sensible it is.

Sam Kelly and his family are abused by the citizens of a far away county in the '20s of Australia and the drunk acts of one of them makes Sam to be blamed for an assassination. Then, the family will be persecuted and judged under impartial terms.

While the story defends the justice that Sam searches by running away his trial, it also has the cleverness to judge the justice itself. The cast makes a fair job to represent their roles and they achieve to create the tension the story searches, but, and I don't want to discredit the movie, which is beautiful, it doesn't controls well the amount of tension they want and, as it doesn't want to please the audience, uses the silence as the principal voice to express a speech of agony, oppression, trauma, ignorance and anguish. Therefor, the characters drown the reasoning with impulsive decisions which consequences are based in the social status of that epoch.

Sweet Country is a story that makes justice to that same value. It creates a heavy tension given to its high value that will make the critical public happy by its own fullness and the general public to burden a guilt that would prefer to ignore.